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Se puede decir... Que el Diablo anda "suelto"
Pero no se puede decir... Que lo hace sembrando "pánico". Lo mismo recorre el Viejo Mundo, que en pequeños países de América del Sur, hasta en Norteamérica, en México también, dejando su huella asesina, y plantándose ahora en el Medio Oriente, donde su presencia, ha implantado odio, miedo y muerte, hasta que ha llenado poniendo al mundo entero a temblar, esperanzado a que un rayo de luz ilumine a los contendientes y suelten cuanto antes las armas, y se pongan a "abogar" por la paz.