Pero no se puede decir... Que seguirán mientras no se pare la venta de "armas".
Este dilema cada vez se acentúa más, mientras no se pongan los puntos sobre las
íes, en la venta inmoderada de armas y balas, que la mayoría de los gringos portan
en sus hombros y cintura, sin que nadie se los impida, y que jamás va a suceder, ya
que es un tráfico que deja pingües ganancias a los fabricantes de esos armamentos
diabólicos que están por encima de la "vida" de las personas.