Se puede decir... Que por fin cayó el Jefe de los "mordelones".

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Se puede decir... Que por fin cayó el Jefe de los "mordelones".

Pero no se puede decir... Que ya se sentía dueño de las "calles". Como dijo un  clásico: si quieres conocer a un hombre, dale "poder", y eso pasó con el jefe de Tránsito de Torreón, que ordenaba a sus agentes a multar a los conductores, y si uno se defendía, lo tundían a "macanazo", pues por multas la Tesorería llegó a tener más ingresos que por impuestos, por eso el Edil lo puso en un pedestal, dándole tanto poder, pero al final lo tuvo que correr, -pero no del todo-, ya que le dio un "nuevo" hueso.