Se vota por México

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Se vota por México

Lo distinto no siempre es opuesto, sino complementario.

La unidad no es unicidad ni uniformidad. Lo plural y peculiar tiene más respuestas que lo singular exclusivo. El universo es unidad de lo diverso. El cuerpo humano no es sólo ojo, por excelente visión, ni sólo mano por utilidad prensil.

Ya son pocos los que quieren un teléfono portátil que sea sólo teléfono. Quieren que sea también lámpara, reloj y grabadora, bloc de notas y tablero de ajedrez, y muchas funciones más que lo convierten en mil-usos.

Hay candidato que privilegia la austeridad sin corrupción. Aquel busca el orden institucional, Este otro prefiere la paz sin violencia. Son acentuaciones, perspectivas, puntos de vista, No quiere decir que cada uno tache lo ajeno o quiera quitar el ladrillo del otro para poner el suyo.

Hay una pésima visión dilemática, maniquea (los maniqueos creían que había un dios bueno y otro malo. Que el primero había creado lo espiritual y el segundo lo material. Y que estaban en pugna). Lo diferente se ve como enemigo, como inaceptable. No se ve posible la complementación, solo la separación, la oposición y aún la destrucción de lo que se ve como contrario. Las coaliciones se ven como imposibles. Lo popular se ve como populismo y la socialización como socialismo. La tecnología se ve como alienación extranjerizante.

Se quiere hacer pasar entre los grupos humanos la línea que separa la bondad de la maldad. Pero en realidad esa línea pasa por en medio del corazón humano, en cualquier grupo. Nadie ha de sentirse culpable al votar si lo hace desde su conciencia y en plena libertad. No guiándose por fantasmas de exageración, sino por su propia captación de la realidad. En una familia, en una comunidad, en un lugar de trabajo, en un grupo de amigos puede haber quien vote por a y quien lo haga por b o por c. El respeto a la decisión personal de cada uno tendrá que ser recíproco, aplaudiendo la libertad.

Y cuando venga el resultado final que señala la decisión de la mayoría, nadie debe quedar resentido, desanimado, decepcionado, culpando a muchos, sino tener la madurez democrática de ofrecer solidaridad y apertura a todas las posibilidades de bien que se vean en el horizonte de la votación mayoritaria...

Lo único condenable es quedarse sin votar pudiendo hacerlo porque es grave omisión y daño para el intento y la exigencia de una paz con justicia para todos... Ese es el mandato que da el ciudadano al futuro mandatario, para que dé cuenta a los mandantes de su cumplimiento...