Es como si a Charlie Sheen le diera de pronto por invitarnos a un retiro espiritual, so pretexto de que debemos desintoxicar cuerpo, mente, alma y, al mismo tiempo, prevenir en los más jóvenes la adicción al alcohol y otras sustancias, así como al sexo de alto riesgo.

O como que La Mars comenzara a hablar sobre las bondades del sistema educativo pero, sobre todo, a ponderar la importancia de una instrucción académica formal que, como método estructurado de enseñanza y de certificación profesional, es hasta la fecha insustituible.

O como si el Komander, Paulina, la Banda el Recodo y el tal Maluma hicieran un frente común para promover la música culta.

Haga de cuenta que Norberto Rivera comenzara a pregonar entre los feligreses que hay que ser menos católicos pero más cristianos.

Como si el Osito Bimbo nos dijera que debemos evitar la comida chatarra, sobre todo la que está repleta de azúcares y grasas trans, y que mejor optemos por una dieta sana y ejercicio.

Como si Karla Souza y Martha “Higadera” salieran con la onda de que debemos ver buen cine.

Como si Chris Brown patrocinara una fundación en contra de la violencia de género y Rihanna ofreciera un curso para salir de las relaciones tóxicas y la codependencia.

Como si Paul Walker hubiese dejado, tras su muerte, toda su fortuna y bienes a alguna sociedad en pro de la conducción responsable.

Como si Adela Micha impartiera cátedra sobre ética y valores en periodismo y medios de comunicación.

O el Frente Nacional por la Familia organizara una marcha por el respeto a las preferencias individuales y todas las formas de convivencia.

Haga de cuenta que Michael Bay explicara cómo lo importante en una producción no son los efectos visuales ni las explosiones, sino un argumento sólido, una narración bien estructurada y un adecuado desarrollo de los personajes…

Y agregara que una película debe hacerse exclusivamente por razones de exploración artística y no por las toneladas de dólares que generan.

Como si el mantra filosófico de las Kardashian fuese aquella cita de “El Principito”: “Sólo podemos ver bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos”.

Es igual que cuando EPN recibe a los niños más cuerditas y estudiosos del País, fingiendo que el honor es para ellos.

O como si Serrano Limón se pronunciara ahora en favor del derecho a elegir de la mujer.

Como si el Partido Nazi hubiese abierto su Conapred.

O Stalin su CNDH.

Como si los paquetes de balas incluyeran, en un acto de responsabilidad mercantil, una leyenda de advertencia ya que “su contendido puede ser potencialmente letal”.

Como si José José nos dijera: “si chupan, que sea con moderación”.

O si un “jipi” nos conminara a bañarnos.

Así de absurdo, así de hipócrita, así de incongruente, así de carente de todo atisbo de calidad moral; así de inconsistente, así de falto de respeto, así de ridículo queda el Gobernador promoviendo y cabildeando la creación de un Sistema Estatal Anticorrupción.

Para colmo, es un proyecto cortado a modo y conveniencia del propio desmandatario en su ocaso y en el que nuevamente, la participación y la voluntad civil queda excluida. Pero, ¿qué podíamos esperar del régimen más corrupto en la historia del estado?

Lo comentaremos con seguridad debidamente más adelante, porque de momento, el único punto a dejar claro con el presente comentario es la tremenda cantidad de coraje que se necesita, la dureza de cara que exige, el doctorado en desfachatez que se ocupa para que el actual Gobierno nos salga con un Sistema Anticorrupción.

¡Ay, no lacten!

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