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Secretaría de Salud de Coahuila calla sobre vigilancia a curanderos
La Secretaría de Salud de Coahuila omitió informar sobre qué tipo de vigilancia lleva a cabo con las personas que prometen curar enfermedades sin ser médicos, esto luego de que un curandero estafara a un hombre y lo despojara de al menos 600 mil pesos; durante dos días se solicitó una respuesta a lo que la dependencia se mantuvo en silencio.
Este tipo de vigilancia es responsabilidad de la Subdirección de Regulación de Servicios de Salud, pero la Secretaría calló ante el cuestionamiento de cómo hacen este tipo de labor.
Como se informó, el martes pasado un hombre denunció que un curandero lo estafó con al menos 600 mil pesos. Adolfo Rodríguez Candia señaló que buscó a Vicente Emilio Alvarado, un curandero que le recomendaron, para que le ayudara a buscar a su yegua.
Al contactar a esta persona, le comentó que su hija y su esposa morirían pronto, por lo que él podría interceder ante la Santa Muerte para salvarlas, además de que le aseguró que lo curaría por una enfermedad que tiene en el rostro y hasta haría que le saliera cabello.
Rodríguez le entregó su casa de cuatro recámaras, ubicada en la colonia Nazario Ortiz. Posteriormente le aseguró que podía ayudarle a quitarle sus enfermedades por lo que le dio también su camioneta de modelo reciente y 68 mil pesos en efectivo.
Unos días después, el curandero despojó también a la hermana y los sobrinos de Rodríguez de una camioneta, una laptop y dinero, dijo el mismo afectado.
VANGUARDIA acudió el miércoles pasado en búsqueda del curandero a su domicilio ubicado en calle Álamo número 130 de la colonia Romita, donde informaron que había salido de viaje junto con toda su familia, y que regresa dentro de un mes.
Gerardo Pérez Pérez, abogado penalista, señaló al respecto de este caso que el afectado debe acudir al Ministerio Público con el fin de presentar una querella en contra del curandero por el delito “equiparado al fraude por explotación de ignorantes”, contemplado en el artículo 426 del Código Penal, y pedir la reparación de daño con base en el artículo 137 de la misma legislación.