Sexualidad perversa: Las secuelas de un ataque

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Sexualidad perversa: Las secuelas de un ataque

Las víctimas de una violación experimentan, además del estrés postraumático, sentimientos de inferioridad y baja autoestima, que deben ser tratados por un especialista
Se trata de una sexualidad perversa que requiere tratarse en terapia para encontrar otras formas de satisfacción sexual; estos trastornos se pudieron crear desde la infancia al observar escenas sexuales explícitas”
Walter Garza, psicólogo

El acoso sexual es una problemática social y de género que es más común de lo que se piensa, y en algunos casos hasta vista con normalidad. Sin embargo, como en toda agresión, el ser víctima de un hecho como el caso de las jóvenes atacadas recientemente, una en la colonia Saltillo 2000 y otra en la Emiliano Zapata, deja secuelas emocionales. 

Así lo planteó el psicólogo Walter Garza Calderón, señalando que entre los daños que se pueden identificar en los días siguientes se encuentra la desconfianza, así como la posible presencia de estrés postraumático. 

“El pasar por una situación de nivel sexual genera sentimientos de inferioridad, baja autoestima, es una situación complicada que se puede tornar confusa”, detalló Garza Calderón añadiendo que tras una situación de tal impacto en la que la víctima presencio un acto de violencia sexual a través del exhibicionismo, lo que se tiene que hacer es tratar de recobrar la confianza que fue quebrantada. 

Buscan a personas vulnerables 

Respecto a qué factores psicológicos influyen en una persona para realizar actos obscenos en vías públicas, parques u otros sitios, Walter Garza afirma que es una situación de exhibicionismo en el que el victimario se dirige hacía personas nobles que se sorprenderán al observarlos.

“La excitación que en ellos causa es el impacto generador en el otro, no tanto el que lo observen realizándose tocamientos, por ello busca y toma a personas nobles o vulnerables que saben que se sorprenderán”, compartió en entrevista para VANGUARDIA. 

Así mismo, afirmó este tipo de conductas son más comunes de lo que se pueda pensar, señalando que se trata de una sexualidad perversa que requiere tratarse en terapia para encontrar otras formas de satisfacción sexual. 

Encontrarían a otra victima 

“El acosador o atacante, al ver frustrado sus intentos puede intentarlo de nuevo, no aprendió la lección porque así es en quienes tienen esa sexualidad perversa. Buscará la manera de volverlo hacer ”, advirtió el especialista.

Observar tendencias desde pequeños 

Desde su postura como psicólogo, Walter Garza hace énfasis en que la mayoría de las patologías o trastornos se pueden formar en las personas desde la infancia, influyendo su entorno y contexto familiar. “Generalmente sí puede haber antecedentes sexuales, por ejemplo si desde muy pequeños vivieron imágenes sexuales demasiado explicitas en el hogar y eso genera excitación sin recibir una orientación sobre la sexualidad, eso puede generar un perversión o distorsión de la sexualidad”, argumenta.   

Alarmante

En los últimos 3 años se han disparado 138 por ciento las violaciones equiparadas en Coahuila, definidas así porque se cometen cuando una persona sostiene relaciones sexuales con un menor de 12 años o con quien no tiene capacidad para comprender el significado del hecho o en caso de que se tenga coito con una persona que no opone resistencia por enfermedad, pérdida de sentido, invalidez o cualquier otra causa.Agresión. Los ataques sexuales son más comunes de lo que se piensan; víctima y victimario requieren atención especializada.