Joel Ayala, 70 años, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado desde 1998 y senador por el PRI. Tereso Medina, 55 años, líder en Coahuila de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) desde 1998 y senador por el PRI. Isaías González, 77 años, líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) desde 2005 y senador por el PRI. Rodolfo González Guzmán, 61 años, líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) desde 2010 y diputado por el PRI. Carlos Romero Deschamps, 74 años, líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1993 y senador por el PRI.
Romero Deschamps, uno de los dirigentes sindicales más controvertidos de México, se reeligió el pasado 11 de diciembre al frente de la unión de trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex). Lo hizo por cuarta vez y por unanimidad. Las notas periodísticas sobre los escándalos y el supuesto estilo de vida oneroso del senador priísta y su familia se multiplican cada año: El Ferrari edición limitada que regaló a su hijo, los viajes de su hija en yates y aviones privados, los relojes caros del patriarca o la acusación de desvío por 116 millones de dólares a la campaña presidencial del PRI en 2000.
Abundan también año con año los rumores de su posible caída, aunque el sindicalista siempre sale indemne. Entre los asistentes a la boda de su hija en mayo pasado estaban el entonces presidente del Senado, el jefe de Gobierno de la capital, el director de Pemex, políticos prominentes del conservador PAN y exgobernadores de varios Estados del país. "Integrantes de todas las secciones del STPRM aprobaron la continuidad del senador Carlos Romero Deschamps, como su líder por el periodo 1 de enero de 2019 al 31 de diciembre de 2024. ¡Mil felicidades!", celebraba el secretario (ministro) de Trabajo, Alfonso Navarrete.
Romero Deschamps, al frente de 120.000 trabajadores petroleros, votó a favor de la reforma energética que quitaba a Pemex el monopolio del petróleo y dos sindicalistas de su bancada en el Senado impulsan una reforma a la ley laboral que quitaría todos los candados a las subcontratas. Cumplirá 30 años como líder sindical. Su antecesor, Joaquín Hernández Galicia La Quina, estuvo al frente durante 27 años, antes de ser defenestrado y encarcelado en el Gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
"Cuando se habla de sindicalismo en México, lo que se viene a la mente es corrupción, opacidad, poca o nula defensa de los trabajadores y sumisión ante el poder, y es una fama bien ganada", expone el abogado laboralista Farid Barquet. Los sindicatos son la segunda institución peor valorada por los ciudadanos, solo después de los partidos políticos, según una encuesta de Consulta Mitofsky del año pasado. "Los sindicatos en México no son factor de deliberación ni movilización, sino de contención, al contrario que el resto del mundo", agrega el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México.