Saltillo, Coahuila. Martha Alicia Martínez viajará de Saltillo a Ecatepec, Estado de México, tiene toda su fe enfocada en que la visita del Papa Francisco la llenará de paz porque gracias a él y a sus escritos ha visto más claramente el amor que Dios tiene por la humanidad, además lo admira profundamente y se considera su principal seguidora, para ella él es como una estrella. 

“Son la fan número one, me gustan mucho sus documentos, me gusta mucho conocer más de Dios y la misericordia que el Papa viene anunciando, nos muestra el amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros, yo creo que si todos conociéramos el amor de Dios este mundo no estaría en guerra”, dice convencida.

Cuando era joven, aunque ya era muy cercana a la religión Católica, nunca se sintió atraída a ir a ver al Papa, pero siempre tuvo la inquietud, pues sus allegados que ya habían tenido la experiencia papal le contaban que cuando están cerca se siente un ambiente lleno de paz y armonía. 

“Yo les preguntaba a amigos que han ido si es verdad eso que dicen que cuando ves al Papa se siente un aire de paz y me dijeron que si, porque son demasiadas personas de buenos sentimientos las que se juntan, que se respira tranquilidad”, dice emocionada.

Martha Alicia se quedó viuda hace ocho años y dice que el amor de Dios es el que lo ha sacado adelante, actualmente se dedica a colaborar en la Capilla de San Judas Tadeo, acude a darles ánimo y a apoyar a los enfermos, no sólo llevándoles comida, sino brindándoles compañía. 

Por medio de lo que predica el Papa Francisco dice que aprendió a ser más humilde y que la paz se lleva a través de la familia, pues si no hay paz en el hogar es difícil que ésta se esparza por el mundo. 

“Entendí que debo de ser más humilde, a mí lo que me llena es cómo habla del amor de Dios en todos los aspectos, si nosotros en la familia no llevamos la paz, cómo vamos a hacer un mundo de paz, hay que llevarles paz a través de la palabra que nos da el Papa”, recomienda.

Martha dice que cuando vuelva de su viaje estará todavía más llena del amor de Dios, gracias al Papa.