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‘Tengo 38 y mi mamá sigue siendo sobreprotectora’
ESTIMADA ANA:
Tengo 38 años y desde que tengo uso de razón, mi mamá siempre ha sido demasiado controladora específicamente conmigo, pues soy la única mujer de la familia.
Quiere sobreprotegerme como si fuera adolescente y hasta ha llegado a maltratarme verbalmente si algo no le parece, si hago algo que según ella esta mal o va en contra de sus principios.
Ya llegó el punto en que siento una especie de rechazo hacia ella, cosa que al principio me hacía sentir la peor de las hijas, desconsiderada y mal agradecida; pero ahora ya lo estoy viendo como algo “normal”.
Y es que a toda hora me sofoca, si estoy en la oficina, me llama a todas horas. Intento manejar mi enojo tratando de explicarle que no puede hacerlo, que podría estar en un conflicto con mis superiores si en todo momento estoy haciendo llamadas personales que además, no son urgentes, pero no me gustaría que la escuchara y menos que la viera: se pone histérica y luego me deja mensajes de voz con grosería, insultos y amenazas.
Como le decía, lo que no me está gustando es que mis sentimientos hacia ella han ido cambiando, cada vez me importa menos lo que hace, ya no la veo con ese cariño de hija hacia su madre, al contrario, le tengo coraje y siento rechazo hacia ella. Además, comienzo a acordarme de que siempre ha sido así, de las veces que me hizo sentir mal cuando apenas era una niña, o cuando me castigaba sin salir por semanas enteras cuando era adolescente, o cuando estudiaba en la universidad que no permitía que fuera a casa de ninguna de mis amigas y menos de mis amigos, así fuera para hacer tareas o algún proyecto.
Son tantas cosas las que ahora siento, que lo único que quiero es estar lejos de ella, pero a la vez, dejar de sentir ese rechazo, pues a fin de cuentas, es mi mamá y le debo mi vida.
Ahora lo único que me importa es salir adelante y por supuesto sacar de mi ese rechazo hacia ella, ya no quiero seguir sintiéndolo, en verdad que me siento mal conmigo misma por lo que he llegado a pensar de ella, ya no quiero que me afecten sus actitudes y su comportamiento, no quiero seguir siendo su blanco de maltratos e insultos injustificados.
Soy soltera y no tengo hijos, es más, ni siquiera tengo una pareja estable por lo mismo, ella no lo ha permitido y cuando ha sido, ha hecho lo imposible porque se termine.
No quiero siquiera pensar en tener hijos algún día, pues tan solo de pensar como es ella, no quiero cometer sus mismos errores y terminar haciendo lo mismo.
Nora Elia
ESTIMADA NORA ELIA:
Precisamente por todo lo que estás pasando, te debe de servir como experiencia para que el día que te decidas a hacer tu vida y formar una familia, sepas qué es lo que debes y cómo debes de educar, cuidar y proteger a tus hijos.
Darte cuenta que ese método de educación no es lo mejor para ningún niño y mucho menos si ese niño ya es un adulto que puede valerse por sí mismo.
Se entiende que quienes somos madres siempre queremos el bienestar de nuestros hijos, pero no a base de chantajes, maltratos e insultos; muy seguramente a ella así la educaron, por lo tanto, estamos aquí para romper ese molde, para hacer las cosas de una manera distinta y sobre todo, civilizada, en la que la personalidad de nuestros hijos vaya formándose de una manera íntegra.
ANA