El aeropuerto internacional de Zaventem y la estación del metro de Maelbeek fueron los lugares que se vieron afectados por explosiones, que fueron atribuidas al grupo Daesh en represión por la detención del yihadista Salah Abdeslam. Anahí González y Cristela Villarreal se encontraban en un viaje fotográfico donde una de sus paradas era en Bruselas, para después recorrer Italia.

Anahí nos narró por Facebook un poco de su experiencia sobre los atentados y del apoyo que recibieron por parte de la embajada.

“Nuestra visita fue al centro de la ciudad, recorrer las calles del Grand Place, conocer un poco de la cultura belga, los famosos waffles y los tradicionales chocolates”, explicó.

Nos comentó que ellas salían de Bruselas la misma tarde del día de los ataques. Tuvieron la oportunidad de salir del centro de la ciudad, donde se hospedaban, y tomar un transporte al aeropuerto de Charleroi, el cual no sufrió ningún ataque.

“Nuestro vuelo no había sido cancelado, así que tuvimos que tomar la decisión de irnos o quedarnos hasta que pasara todo. Al tomar el ‘shuttle’ (transporte) ya no podíamos regresar a Bruselas, no había regreso. Por el tráfico que había perdimos nuestro vuelo a Italia. La única forma de salir era posponer nuestro vuelo a tres días más o tomar largo camino en camión y tren por Francia hasta llegar a Italia, así que por nuestra seguridad preferimos irnos”, comentó.

Luego de conocer sobre los ataques se comunicaron con la embajada y nos explicó que fueron muy atentos y les dieron las recomendaciones de lo que tenían que hacer.

“Supimos después de salir del país de una saltillense que también estaba en Bruselas, pero no durante nuestra estancia, en la embajada nos trataron muy bien, y nos dieron todas las recomendaciones que hacer”.

Para Anahí los ataques terroristas no deberían existir y ninguna sociedad merece vivir cualquier situación parecida. Ahora siguen su camino por Italia y esperan no estar cerca de una situación similar.