Un viejo adagio dice que el que ríe al último ríe mejor, y en este caso los Texans fueron el equipo que ríeron al último, tras vencer a los Raiders 27-14 y dejarlos fuera de los playoffs.

Houston había perdido ante los Raiders en la Ciudad de México pero ahora vengaron su derrota gracias a una gran actuación de Brock Osweiler que lució como un mariscal de campo de élite.

Osweiler hizo valer los 72 millones de dólares que pagaron por él y lanzó un pase de anotación, además de conseguir otro por acarreo.

En total consiguió 168 yardas y completó 14 de 25 intentos para terminar con un rating de 90.1.

Osweiler había estado en la banca por su mal desempeño pero la conmoción cerebral que sufrió Tom Savage lo hizo regresar a la titularidad.

Además, Houston mostró mejores cosas, luego de que el año pasado cayeron 30-0 ante Kansas City en la Ronda de Comodínes. 

Por su parte los Raiders tenían una mínima esperanza luego de la lesión de su mariscal de campo titular, Derek Carr y pusieron en los controles a Cook, en su debut en la NFL.

El novato  lanzó para 161 yardas con un pase de anotación y tres intercepciones. 

Houston (10-7) ganaba por 13 puntos en el intermedio, y colocó el marcador en 27-7 mediante un acarreo de anotación de una yarda por parte de Osweiler en los albores del cuarto periodo.

Los Raiders (12-5) redujeron la diferencia cuando Andre Holmes capturó un pase de ocho yardas y anotó en la siguiente posesión. Oakland logró frenar a los Texans después de eso.

Pero en la siguiente serie, Corey Moore interceptó un envío de Cook.

Los Texans consiguieron su primera victoria en playoffs desde el 2012 y esperan mantener la esperanza de disputar el Super Bowl 51 en casa. 

La próxima semana se medirán ante los Chiefs de Kansas City o los Patriots de Nueva Inglaterra, todo depende del encuentro entre Dolphins y Steelers.