“Gran parte del mal comportamiento del adolescente reside en que su tanque de amor está vacío. No sugiero que los padres no aman a sus hijos; sino  que miles de adolescentes no sienten ese amor” Gary Chapman La tarea de criar adolescentes jamás ha sido más difícil que hoy en día. Actualmente, la vida del adolescente se desarrolla en una cultura tecnológica, dónde todo refiere a estar informados, saturados de información, y acostumbrados a una comunicación podría decirse indirecta, dónde inundan los diálogos o relaciones por whatsapp. Pocas veces se mira a los ojos y se tiene un contacto real. Las redes sociales marcan una falsa imagen sobre lo que realmente el adolescente es, viven de prisa y sin tiempo de compartir espacios con la familia extendida, vecinos sanos o comunidades. ¿Cómo adentrarnos en su mundo cómo padres? ¿Cómo mantenernos cerca pero en la distancia de su descubrimiento personal? Chapman afirma que tenemos que comunicar amor en un lenguaje que nuestros hijos comprendan. “El adolescente que se escapa es un hijo que está convencido de que nadie lo ama. Muchos de los padres de estos escapados protestarán diciendo que ellos aman a sus hijos y puede que así sea, pero no han tenido éxito en comunicarles ese amor.” Si estás criando adolescentes, sabes que a causa de los cambios que experimentan, la forma en que tus adolescentes reciben y dan amor puede variar también con sus cambios de humor. La mayoría de los adolescentes atraviesan periodos que pudieran describirse mejor cómo “etapas de gruñir”, porque todo lo que puede sacárseles es un par de palabras masculladas que suenan como gruñidos: Bien, nada, o silencio. Un adolescente que atraviesa esta etapa tan difícil, puede ser incapaz de recibir ningún lenguaje excepto el del contacto físico, y sólo cuando sea fugaz. Por supuesto, estos adolescentes salen a la superficie de cuando en cuando a respirar, y durante sus ratos más coherentes pueden desear el amor de que eres capaz, sobre todo en su propio lenguaje primario. Los adolescentes te suelen hacer pruebas muy difíciles para llenar sus tanques emocionales. Te prueban para ver si los amas. Puede que se hagan los ofendidos sin motivo alguno, haciendo las cosas más difíciles de lo que deberían ser, o con alguna actitud de rechazo pasivo. Ese comportamiento puede ser una manera subconsciente de preguntarte: “¿De verdad me amas?” Estas conductas son siempre una prueba para los padres. Si eres capaz de permanecer tranquilo y agradable (firme, pero agradable), pasas la prueba y tus adolescentes al final madurarán más allá de la etapa difícil. Para descubrir el lenguaje primario del amor de tu hijo adolescente, no hables con el de esto. Por naturaleza, el adolescente se centra en si mismo. Observa cómo tu hijo te expresa su amor por ti, cómo le expresa su amor a otros. Escucha lo que te pide frecuentemente y de que se queja. Intenta recordar tus conversaciones y peticiones. • ¿Preferirías que el sábado vayamos a comprar tal (regalos) o que nos vayamos a pasear a Monterrey (Tiempo de calidad)? • Ahora que estamos solos para cenar, preferirías ir a cenar a algún lado juntos (tiempo de calidad) o que te haga de cenar lo que tu quieres (actos de servicio)? • ¿Qué crees que le animaría a él de acuerdo a su personalidad? Un abrazo fuerte (contacto físico) o las palabras “ya sabes que aquí estoy para lo que sea, te quiero mucho” (palabras de afirmación). ¿Cuáles son los lenguajes del amor? ¿Cómo amarle en su lenguaje? • Palabras de afirmación (Requiere que le afirme constantemente, eres capaz, estoy orgulloso de ti) • Tiempo de calidad (Darles tiempo de calidad con toda la atención) • Regalos (Es una forma de expresar amor) • Actos de servicio (Arreglarle, llevarle o recogerle, hacerle su comida favorita, sin echar en cara lo que hacemos por ellos) • Contacto físico (Abrazar, palmada en la espalda, besar… sólo en casa, jamás frente a sus amigos). En conclusión, el desarrollo intelectual, emocional, social, moral y espiritual se mejorará grandemente si el adolescente posee grandes cantidades de amor. La necesidad más básica del adolescente es SENTIRSE AMADO, sentir el amor de un adulto, de un padre. Si no se percibe este amor, ese amor será buscado en otro lado. Recuerda que tu responsabilidad cómo padre es aprender cómo satisfacer con eficacia las necesidades de amor de tu hijo adolescente, de la mano de una disciplina firme y efectiva. MARIJOSE CÉSAR Transforma tu vida/marijosecesar@yahoo.com