A un año de su condena de cadena perpetua,
el 'Chapo' Guzmán se encuentra aislado y en una prisión diminuta, donde recibe visitas esporádicas,
un contacto mínimo con el mundo exterior y casi nulo con sus compañeros de prisión.
Y es que El Chapo come y se baña en su celda y tenía tres horas al día al aire libre, pero que ese tiempo le ha sido restringido por la pandemia a al menos un tercio de tiempo. Así lo reveló a la cadena CNN Mariel Colón, abogada del narcotraficante.
Además, las únicas personas que pueden visitarlo son sus hijas. Sin embargo, al menos las más chicas, que procreó con Emma Coronel, no viven en Colorado, el estado donde se encuentra la la Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad, mejor conocida por sus siglas en inglés de ADX, o como el “Alcatraz de las Rocosas”.
Sus llamadas telefónicas, además, están tan restringidas como su tiempo al aire libre: puede realizar solamente dos al mes, socialmente, de 15 minutos. Usualmente, lo hace con su hermana Bernarda y con su madre Consuelo o con las menores, por lo que tiene que decidir dejar fuera a alguien de sus familiares durante ese mes.
Las visitas han sido en ocasiones muy especiales. En diciembre de 2019, el primero que atravesó ya en la cárcel estadounidense, El Chapo tuvo un regalo especial: la esperada visita de sus hijas más pequeñas, las mellizas Emalí Guadalupe y María Joaquina, quienes lo visitaron por primera vez.