Un año en la feria

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Un año en la feria

A un año del inicio de la llamada “Cuarta Transformación” o “4T” debo confesar que estoy algo confundido por las señales que he observado y el rumbo (o falta de este) que ha tenido el gobierno del presidente López Obrador. Este último año se siente como haber ido a la feria y pasado por todas y cada una de las atracciones y los puestos. No es difícil encontrar el paralelismo entre esas tardes y noches de feria de mi juventud y lo que he venido atestiguando con AMLO, su 4T y el espectáculo que conlleva.

Pensemos en las ocasiones en que hemos ido a una feria con amigos o familiares. Todos pagan boleto y una vez ahí, cada uno quiere un recorrido distinto, cada quién tiene aquel juego preferido. Aunque vamos juntos en el paseo y hay un orden diseñado por la misma feria para un recorrido, todos tienen opiniones. Algunos quieren ir directo a la casa de los espantos, otros prefieren los juegos donde dan premios y siempre está el que sólo espera la hora de ir al palenque. (Por cierto, no estoy seguro si todavía es costumbre eso de las peleas de gallos, con tanta política de la prudencia y tantos quejosos que se han reproducido como plaga en los últimos 20 años. Y ni siquiera hablemos de los toros, porque los ánimos se caldean muy rápido).

Así, empezamos la época de la 4T como cuando entramos a la feria. Ilusionados y entusiasmados. Acabamos yendo todos, aunque no todos querían ir. Algunos con ciertas dudas o miedos y otros ya con el estómago revuelto antes de subirse a las sillas voladoras. De pronto, notamos que en esta feria hay sólo un merolico, dueño del micrófono, que no deja de hablar, pero habla notablemente más despacio que los de antes. El merolico te vende un paquete de platos y vasos, de tupperwares o de cobijas y a medida que avanzan en su venta, pareciera que el paquete crece y el costo baja; hay paquetes para estudiantes, para desempleados, para adultos mayores, para grupos protegidos, hay un paquete para todo y los precios son espectacularmente bajos; difícil saber si el merolico hará negocio y si podrá mantener esos precios para la feria el próximo año. El merolico es una fuente inagotable de ocurrencias, no quiere, no puede parar. Muchos están hipnotizados por sus ofertas, el merolico es infalible para ellos. Otros lo abuchean incluso antes de explicar el siguiente paquete.

Seguimos avanzando y nos topamos con la casa de los espantos junto al show de los fenómenos; estos han quedado a deber porque aun cuando la feria se anunciaba como diferente, decidió traer “monstruos” muy parecidos a los de siempre. No parece haber habido voluntad o seriedad para agregar otros al repertorio, considerando que hay muchos que claramente la Feria de la 4T debería tener en exhibición. Sería muy bueno poder ver en esas jaulas al pez gordo sindical, especie de mucha trayectoria en México. La mujer serpiente que recientemente se escapó y está armando su propia feria. Volvieron a traer al dinosaurio eléctrico, ese que hace muchos años estuvo en la feria tricolor; nadie lo quería ver ahí, sólo el presidente de la feria. Hay muchas jaulas vacías, podrían tener a más especímenes en exhibición si tan sólo quisieran encontrarlos.

Avanzamos y escuchamos a los magos de ferias anteriores. Los de siempre, esos que ahora dicen saber los mejores trucos, pero cuando estuvieron en el escenario le quedaron muy mal al público, matando al conejo y desapareciendo el dinero de las entradas. Los hay con capas tricolores, pero especialmente en tonos blanco y azul. Parece que estos magos no se llevan bien con la maestra de ceremonias de la feria actual, quien por algún motivo da señales de que sería más feliz trabajando en una feria en Cuba o Venezuela.

Nos subimos a las tazas locas, tal vez sin darnos cuenta. Pensamos que en esta ocasión el juego nos llevaría de un lugar a otro, pero hemos visto que es como siempre. Acaba uno más mareado y donde mismo. Es lo que podemos llamar un “cambio” de 360 grados. Parece que la feria estará instalada por muchos años, pero no es claro si la gente continuará ilusionada de ir y ver el espectáculo de siempre. No sería raro que el público pierda interés. Espero que la feria sea distinta el próximo año.

@josedenigris

josedenigris@yahoo.com