Un diagnóstico demoledor

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Un diagnóstico demoledor

Freedom House es una organización de la sociedad civil fundada en 1941, bajo el gobierno del presidente Franklin D. Roosevelt. Su objetivo es la defensa de la democracia, la protección de los derechos humanos y de la libertad de expresión en el mundo.

A finales de 2011 Freedom House (FH) llegó a México con el propósito de fortalecer tres frentes en favor la libertad de expresión: la prevención, la protección y la solidaridad con las víctimas.  

Ayer FH publicó un informe sobre “Libertad en el mundo 2016. Dictadores ansiosos, democracias vacilantes: libertad global bajo presión”. En este informe, México fue clasificado en cuanto a libertad de expresión como un país “no libre”, mientras que en el estatus de la libertad en  internet se determina que es “parcialmente libre”, con una cobertura de ésta del 44 por ciento, muy baja.

Usted lo sabe, el tema de la libertad de expresión es algo que atañe no sólo a los medios de comunicación. No. Es un derecho ciudadano, tuyo y mío, aunque muchos no lo consideran así, porque no saben que los medios de comunicación deben desterrar el tufillo dinosáurico de control informativo.

El informe asevera que los reporteros que investigan temas policiacos, tráfico de drogas y corrupción de los funcionarios públicos, enfrentan riesgos crecientes de daño físico, como el caso de Rubén Espinosa, periodista de Veracruz, fotorreportero asesinado junto con cuatro mujeres en la Ciudad de México; de manera que “los periodistas afrontaron en 2015 una intensificación de las presiones llegadas de todos lados”.

Los gobiernos utilizan las leyes basadas en la seguridad y de lucha contra el terrorismo como pretexto para acallar las voces críticas. Los grupos de presión y los grupos criminales utilizan tácticas cada vez más descaradas para intimidar a los periodistas y, en muchos casos, los propietarios de medios de comunicación intentan manipular el contenido de las informaciones en favor de sus intereses políticos y económicos, asegura Freedom House.

FH enfatiza que la corrupción en este País es un serio problema, ya que billones de dólares provenientes de drogas ilegales y grandes cantidades de armas de fuego, entran al país cada año desde Estados Unidos, y esos fondos afectan a la política, particularmente a niveles estatales y locales.

En el informe de FH, Coahuila, junto con Veracruz, Michoacán y Durango, se encuentra entre los estados documentados con desapariciones de periodistas entre 2000 y 2015. ¡Uff! No puede ser, si aquí en derechos humanos todo es perfecto, en libertad de prensa no hay censura, o pregúntele a Rubén Moreira y a Carolina Viggiano Austria. 

Según FH, México continúa siendo uno de los lugares más peligrosos en el mundo para los periodistas y comunicadores. México es un país “no libre” en el ejercicio de la libertad de expresión por lo que  la periodista Carmen Aristegui, quien fue una de las presentadoras del informe, aseguró que seguirá con el proceso jurídico para evitar que se concrete “la aniquilación” de un grupo de 19 periodistas de un espacio radiofónico y de una audiencia a la que MVS Radio excluyó de sus derechos a la información. 

En los estados más afligidos por la violencia, los medios locales simplemente no reportan historias que tienen que ver con el narcotráfico o con la violencia relacionada con las drogas. 

Mariclaire Acosta, quien dirige Freedom House en este País, advirtió que los resultados del informe muestran que México es una de las naciones latinoamericanas en las que hay más retrocesos en la libertad de prensa, pese a que el ejercicio vigoroso de la libertad de expresión es un requisito sine qua non para una sociedad democrática.