Un ladrillo en el discurso

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Un ladrillo en el discurso

Felipe Calderón Hinojosa sacó de sus cuarteles, sin marco legal alguno, a la Marina y al Ejército para lanzarlos a lo que se ufanó al llamar “Guerra sin cuartel contra el crimen organizado”. Tras una década horrenda,  el Comandante Supremo, que es el Presidente de la República en turno, se puede lavar las manos de cualquier reclamo de la población  hacia las fuerzas armadas en caso de cometer excesos en desempeño.   

Mientras el Vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez Hernández, califica de absurda la teoría y descarta la militarización del País. Dice que la Ley de Seguridad Interior (ya aprobada y enviada al Senado) solo busca darles marco normativo a  la Marina y Ejercito Mexicano. ¿por qué en el último año de sexenio?, ¿ por qué como siempre en sesión maratónica de último minuto?, ¿por qué con artículos “reservados”? . ¿Por qué primero cero protección a Ejército y Marina; ahora cero protección a ciudadanos?

La asignación de ejecución de tareas policiales a las fuerzas armadas, no ha sido acompañada de los controles, ni la supervisión apropiados, según la ONU. La legislación carece de  las garantías adecuadas contra el uso ilegítimo, arbitrario o excesivo de la fuerza. Los ciudadanos quedan desprotegidos.

El alto comisionado de La Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, pidió a México que no apruebe el proyecto de Ley de Seguridad Nacional Interna. Calificó de muy preocupante el actual modelo, cuando se debiera instrumentar y aumentar la acción preventiva; no  la represión.   El actual proyecto legislativo podría colocar a las fuerzas civiles, bajo el mando de las fuerzas armadas y  mermar los alicientes que tienen las autoridades de civiles para ejercer sus funciones. Desmantelar instituciones civiles para que el ciudadano quede indefenso. Eso sí es un grave retroceso.

El pueblo percibe y siente en carne propia que ahora sí que se dan los últimos toques a “la dictadura perfecta” que va contra ellos para que no se atreva a pensar siquiera, tener conciencia comunitaria, organizarse, expresar necesidades, estar atentos al acontecer nacional y exigir un mejor gobierno. Ni protección, ni prosperidad,  ni bienestar tienen en sus vidas los mexicanos. El desmantelamiento de verdaderas instituciones civiles deja totalmente indefensos a los ciudadanos.

El actual Comandante en Jefe no se ha interesado en instrumentar una estrategia de reemplazo gradual para poner fin al uso de las fuerzas armadas en tareas de policía. Tampoco escucha la opinión calificada de organismos internacionales que buscan que se apliquen las mejores prácticas. Por lo visto, el  “Estado de Derecho” es un ladrillo en el discurso, arrojado con cinismo al rostro ciudadano. 

¡Decídete a ser feliz hoy!

@_A_lfonsina