Una ciudad encendida por una mano que habla

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Una ciudad encendida por una mano que habla

Ilustración: Vanguardia/Alejandro Medina

Por: Ingrid Bringas

 

Mujeres que hablan con las manos

Hay lugares donde las mujeres hablan con las manos,
se habitan entre ellas y crean su propio lenguaje,
el de los cuerpos y las líneas,
juegan contigo al escondite ,
entre las sombras sus manos deslumbran como flashes

Hay lugares donde las mujeres han dejado de hablar ,
para sentir la lengua de los otros,
miran con las manos y guían al mundo,
guían al perro,
encienden las luces del vecino

Una ciudad encendida por una mano que habla,
una mano de mujer te toca la frente,
las dos sentadas a la luz de una vela,
están las manos para entendernos por dentro.


Historia de un vestido

Cuando uso el vestido de mi madre, repito su nombre en voz alta
sorprendida siento su carne viva,
los pliegues de sus manos,
invoco con ella la felicidad engendrada,
su sonrisa como sandía

Cuando uso el vestido de mi madre en posición fetal,
me enseño a ser valiente a usar su risa más burlona,
a sobrevivir rodeada de extraños

Cuando uso el vestido de mi madre, acepto la muerte como obsequio
Y veo como la gente se hace más pequeña.

 

Días de gracia

Cuando aprendí la palabra muerte 
apenas se construía mi casa, mi abuela había muerto,
se habían secado los higos
cuando aprendí a pronunciar la palabra muerte,
mi padre se había cortado con la navaja de afeitar

eran días de vigilia

días de guardar

graznaba la tarde como la luz heredada,
después de la plaga que azotó mi pueblo comprendí la palabra muerte,
el hado funesto de las cosas

aprendí a perder con la palabra,
a dejar ir 
a apagar la sed cuando la muerte nos devora.


Casa vacía

No quiero heredar a nadie este fantasma
ni esta casa ni los pies
ni mi memoria.

No quiero heredar en tu cuerpo la sombra de mi madre
la herida de la infancia
los discos y monedas
tampoco el viento quiere la parte más bella de tu cuerpo
este, el lugar donde significamos poco
surgimos y nacemos de la plantación de alguien
heredaré sólo mi lengua
como poemas que se secan y se vuelven pelusa. 
 

Ingrid Bringas
POETA

(Monterrey, NL, 1985) Es autora de La Edad de los Salvajes (Editorial Montea, 2015), Jardín Botánico (Abismos Casa editorial, 2016), Nostalgia de la luz (UANL, 2016), Otra versión de mí “another version of me” (e-book de edición bilingüe, Ofipress, 2017) y Objetos imaginarios (PinosAlados, 2017).