‘Van a tragarse sus lágrimas al ganarles’, Cuauhtémoc Blanco

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‘Van a tragarse sus lágrimas al ganarles’, Cuauhtémoc Blanco

Advierte. El Edil de Cuernavaca confirmó que seguirá con su huelga de hambre hasta que la Policía deje el Ayuntamiento. EL UNIVERSAL
Tras la polémica generada en torno a su juicio político para destituirlo, el Edil decidió iniciar una huelga de hambre
Yo soy un guerrero, cuando me propongo algo lo cumplo y soy bien pinche necio, porque no me gustan las injusticias que hacen. Y así como me he tragado las lágrimas, ellos también se las van a tragar y van a llorar cuando les gane”.
Cuauhtémoc Blanco, edil de Cuernavaca.

CUERNAVACA.- A la media noche, al amparo de una cruz enorme en la Catedral de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, afirma que sería un tonto si dimitiera al cargo porque significaría traicionar a la gente, los ciudadanos que votaron por un cambio en la capital del Estado.

“Yo soy un guerrero, cuando me propongo algo lo cumplo y soy bien pinche necio, porque no me gustan las injusticias que hacen. Y así como me he tragado las lágrimas, ellos también se las van a tragar y van a llorar cuando les gane”, dice Blanco.

Los jardines del atrio alojan a Cuauhtémoc desde los primeros minutos de ayer, cuando decidió iniciar una huelga de hambre y protestar contra la denuncia de juicio político en su contra, cuyo objetivo es separarlo del cargo. Es la primera ocasión que la iglesia católica permite el uso de la catedral para que un político se instale en huelga de hambre.

Al edil capitalino lo acompañan sus secretarios municipales, así como activistas políticos, opositores al gobierno del estado. Hacia el medio día sus voceros divulgan que el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Alejandro Vera, y el obispo Ramón Castro, acompañarían al Edil, pero nada de eso ocurre. 

Blanco se asume como un personaje, a quien fuerza políticas “maquiavélicas” pretenden sacar del ayuntamiento de Cuernavaca, porque no quiso entrar al sistema tradicional de gobierno y por eso, declara, lo provocan desde distintos ángulos. 

 

“He recibido aplausos y no mentadas de madre. Ellos están tratando esto (de provocarme), pero nosotros no vamos a caer en su juego. No soy tan pendejo para ponerme agresivo y darle la oportunidad de que me destituyan. Soy un hombre de paz”, dice.

Seguro de que continuará en el cargo, explica que el próximo año realizará obras de gran calado en Cuernavaca: “Yo te transformo esto con 500 mdp, lo que algunos Alcaldes se han clavado. Acá no han hecho nada, todo a la ‘bolsita’ y al ‘colchón abajo’, pero yo trabajo para la gente”, dice. “¿Pero estas seguro que continuarás en el cargo?”, se le pregunta.

“Estoy seguro, confío mucho en mis abogados y estos personajes no se van a salir con la suya”, afirma. De todos sus adversarios, dice: “Espero nuevas embestidas en 2017, porque se acercan los comicios de 2018”.

Blanco Bravo asegura que saldrá victorioso de este juicio político, porque en dos ocasiones venció a los diputados locales, por solicitudes de revocación de mandato y una suspensión definitiva.

Para ambos casos la Suprema Corte de Justicia de la Nación le obsequió una suspensión en tanto que otra solicitud de revocación, presentada por regidores de Cuernavaca, fue desechada por los diputados, así que este juicio político es el cuarto intento del Congreso por destituirlo por incumplir con los requisitos de elegibilidad para ser alcalde de Cuernavaca, recibir en donación obra pública sin el aval del Cabildo y ausentarse del ayuntamiento constantemente.

Por la mañana, Blanco condiciona el levantamiento de la huelga de hambre hasta que los elementos de la Policía del Mando Único se retiren del Ayuntamiento de cuyo edificio tienen el control desde el viernes. 

El exfutbolista acusa a la síndico Denisse Arizmendi y al regidor Rafael Domínguez, vinculados a los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno, de orquestar la toma del Ayuntamiento y usurpar funciones del Alcalde, porque también ordenaron a los policías tomar las instalaciones de la Tesorería e impedir que los contribuyentes paguen sus impuestos.