Una enfermera que labora en primera fila durante la lucha contra el coronavirus, fue violentada sexualmente por un inmigrante ilegal cuando esperaba el autobús para regresar a su domicilio. El suceso se produjo el pasado domingo 26 de abril a las 3.00 p. m. en la localidad de Nápoles, Italia.

La mujer declaró que todos sus esfuerzos por defenderse fueron en vano, pues el individuo le cubrió la boca y la tumbó al suelo para ultrajarla. “Déjame hacer lo que yo quiera o te mataré”, repetía el inmigrante, mientras cometía el crimen.

Según el informe policial, el hombre incrementó el grado de violencia debido a que la víctima llevaba puestos unos pantalones jeans ceñidos, lo que dificultó su acto. “Se puso aún más violento porque no podía quitármelos. Ponía sus manos en todas partes y se enojaba porque yo me estaba defendiendo”, señaló la enfermera.

Pese a que la trabajadora de la salud gritó en reiteradas oportunidades que se encontraba gestando y no podía respirar, el inescrupuloso continuaba violentándola hasta que un autobús llegó a la parada de Corso Arnaldo Lucci Metropark y logró pedir ayuda.

El criminal fue capturado rápidamente y llevado ante las autoridades para ser procesado por el grave delito que cometió. La enfermera trabajaba con pacientes que se han recuperado de la COVID-19, pero quedaron con secuelas psiquiátricas.