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Vive familia saltillense 28 años de duelo
Han pasado 28 años desde que Fabiola murió, la más pequeña de la familia Belmares de los Reyes y sus padres, en la orilla de una lápida de mármol, le lloran al pronunciar su nombre.
Ely Belmares, su padre, camina despacito desde la entrada. En una mano carga un par de jaulitas de plástico que dentro tienen un pajarito y con la otra mano sostiene una maceta con flores blancas, de hule.
— “Visito a una hija, tiene cinco años aquí”, dice.
Pero su esposa María de los Reyes (Belmares) lo corrige. Le dice que Fabiola no tiene cinco años, que son más.
— “Ella era la más chica y murió en un accidente de motocicleta. Es muy duro recordarla… a veces platico con ella, le digo que la extraño mucho”, dice, mientras una de sus manos se la lleva a los ojos y comienza a llorar.
Ely dice que tienen 5 hijos, que algunos viven en Houston y otros en Saltillo, pero nuevamente su esposa lo vuelve a corregir y le dice que son más, que son 10.
— “Yo ya no recuerdo mucho, a mí se me va la mente, yo sólo sé que aquí está Fabiola y que en Houston se quedó Cristi.
Cristi es una de las hijas de este matrimonio que también murió, aunque de cáncer y su cuerpo fue enterrado hace varios años en Houston. Tanto María como Ely dicen que la muerte de las dos han sido iguales, que el duelo es el mismo y que con los años no olvidan los recuerdos.
Cada año dos pinos que están a las orillas de la lápida de Fabiola son adornados con moños blancos y rosas; en Navidad sus hermanos y sobrinos le colocan lucecitas de colores y las jaulas de plástico con los pajaritos, los mismos que cargaba su padre desde la entrada al panteón.