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Ya mejoraste, “House of Cards”
Advertencia: Contiene spoilers
“House of Cards” es, al igual que “Game of Thrones” o en su momento “Mad Men”, una de esas series de las que se tiene que hablar cada que inicia una nueva temporada. Sobre todo porque “House of Cards” posee la ventaja de que cada ciclo se estrena de manera íntegra gracias a la estrategia de Netflix.
Sobra decir, para los fanáticos de la serie, que la cuarta temporada ya está disponible en el sitio de streaming desde hace unos días. Así que esta columna es más bien una retroalimentación entre seguidores, ya que yo misma he leído esta semana las opiniones sobre el retorno de los Underwood a la acción.
Para recapitular. Después de una tercera entrega inconsistente, complicada e incluso desganada, “House of Cards” nos dejó con una única prerrogativa, la duda que mataba: ¿Qué pasaría con el dúo dinámico? ¿Cómo sobreviviría Francis Underwood sin su fiel compañera de maldades?
Con la incertidumbre quemándonos los dedos, supongo que todos iniciamos la nueva temporada a la espera de saciar esa necesidad de conflicto, de guerra entre esos dos personajes fríos y despiadados. Por supuesto, en los primeros episodios obtuvimos lo que buscamos: destrucción, ganchos al hígado.
Sin embargo, lo mejor de la cuarta entrega son los cambios de tuerca, la consistencia en su estructura narrativa (más coherente y ordenada que en la temporada pasada), los entretejes que se construyen paso a pasito y que nos mantienen expectantes, aunque también nos permiten analizar los panoramas y lanzar nuestras apuestas.
Uno de los aciertos de los nuevos capítulos o por lo menos lo que a mí me fascinó es el retorno del conflicto Zoe-Russo, las dos víctimas mortales de Francis. El enfrentamiento regresa en dos dimensiones, primero con el seguimiento del reportero Lucas Goodwin, quien fue parte crucial de la primera y la segunda temporada. Su regreso, me parece, deja en claro que los escritores no se han olvidado de los cabos sueltos y al contrario, nos recuerdan que los fantasmas persiguen a sus verdugos hasta clamar justicia.
De ahí, por cierto, la segunda evocación de esos personajes asesinados sin piedad, que vuelven para atormentar a un Francis moribundo. Una de las mejores secuencias visuales de la temporada, hay que reconocerlo.
Como les digo, hay una reivindicación en “House of Cards” que mucho agradecemos los fans que quedamos sorprendidos y encantados con su estreno en 2013. Tanto Kevin Spacey como Robin Wright continúan ofreciendo magníficas actuaciones. Lo mismo, destacan intervenciones de reparto como la de Michael Kelly (Doug Stamper) y la de Jayne Atkinson (Catherine Durant). La que sí me quedó debiendo fue Neve Campbell, cuyo personaje llegó sin la fuerza que yo imaginaba.
Por lo pronto, me complace anunciar que “House of Cards” recobró el conocimiento y ahora nos deja con ganas de más.
Mi calificación: 90 de 100. Mi Twitter: @CalladitaR