Yodo, el nutriente olvidado

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Yodo, el nutriente olvidado

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La falta de yodo puede ser causa de serios daños a la salud... ¿cuánto se necesita y dónde se consigue?

El yodo es el componente clave de las hormonas tiroideas, y el principal responsable de la regulación de nuestro metabolismo. La falta de yodo durante el embarazo ocasiona en los infantes graves problemas de desarrollo mental.

De hecho, la deficiencia de yodo es la principal causa prevenible de retardo mental y daño cerebral en casi todas las poblaciones del planeta. 

Una investigación llevada a cabo por Margaret Rayman, profesora de Medicina Nutricional de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, encontró serias carencias de yodo en casi todas las llamadas ‘dietas saludables’, lo que supone un alto riesgo de deficiencia de este nutriente.

¿Por qué necesitamos el yodo?
Para comenzar, el yodo es esencial para el desarrollo cerebral del feto en el útero. Y es imprescindible para el funcionamiento de las hormonas tiroideas que son cruciales para el crecimiento y el metabolismo.

“La falta de yodo es la mayor causa de discapacidad de aprendizaje en el mundo”, señaló la profesora Rayman.

 “La mayoría de los países está afectada en cierto grado por la deficiencia de yodo”, dijo Rayman. 

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Vital para el embarazo
Si las mujeres embarazadas no obtienen suficiente yodo, sus hijos pueden nacer con una deficiencia tiroidea congénita cerebral que afectaría la capacidad de aprendizaje; lo que se conoce como cretinismo.

De hecho, la palabra ‘cretino’ (torpe) fue creada para calificar a las personas que manifestaban este problema de salud en los Alpes y en otras regiones del mundo, donde ha existido tradicionalmente un déficit histórico de yodo entre sus habitantes.

En esas regiones, los médicos también han registrado una mayor ocurrencia de casos de bocio, que, como sabemos, se manifiesta con una hinchazón de la glándula tiroides en el cuello.

Ahora se sabe que el bocio es un efecto secundario visible de la deficiencia de yodo, que se presenta cuando la glándula tiroidea se expande para tratar de atrapar más yodo del torrente sanguíneo.

La presencia de una persona con bocio es un indicio de que la región en donde vive existen carencias de yodo en los productos propios de la alimentación regular.

Efecto a largo plazo
La profesora Margaret Rayman, profesora de Medicina Nutricional en la Universidad de Surrey, en Reino Unido estudió muestras biológicas de 14 mil embarazadas del oeste de Inglaterra e hizo un seguimiento durante años del desarrollo y la salud de los hijos de esas mujeres.

Junto a su colega, la doctora Sarah Bath, examinaron todos los datos posibles, en particular los que tenían que ver con la habilidad para la comprensión de la lectura y el coeficiente intelectual de los niños.

Rayman y Bath encontraron que “los niños en edad escolar que nacieron de mujeres con deficiencia de yodo tuvieron una probabilidad significativamente más alta de sacar bajas calificaciones a la edad de ocho años, y bajas notas en comprensión de lectura a los nueve años”.

Y los resultados revelaron que mientras la deficiencia de yodo de la madre era peor, las calificaciones de los niños en las pruebas de aprendizaje eran más bajas.

 

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Cómo prevenirlo
El yodo es importante para la regulación del metabolismo y para el desarrollo de las hormonas tiroideas. Lo es también durante el embarazo  para evitar el cretinismob y durante la adultez para prevenir el bocio.

El agua de los mares, como es bien sabido, es rica en yodo. Por eso podemos encontrar yodo en los peces, mariscos y algas marinas, así que incluir productos marinos en la dieta es importante para obtener los niveles diarios de yodo requerido para una alimentación saludable.

 Por el contrario, mientras más alejadas de los mares estén las regiones, menos yodo acumulan las plantas y por lo tanto, más probabilidad de que las personas sufran una deficiencia de este nutrimento.

Independientemente de lo expresado, se reconoce que al rábano, una hortaliza de bulbo comestible es una de las pocas especies que acumula yodo, por lo cual es altamente recomendable para prevenir los efectos causados por la ausencia de este elemento, sobre todo en lo que respecta a las regiones donde se ven personas con bocio.

Pero aparte del rábano podemos encontrar yodo en las algas marinas, en los lácteos, mariscos, huevos y algunas verduras. La ingesta de esos alimentos en la dieta diaria es fundamental para evitar las consecuencias de la falta de yodo. 

Por qué es importante
La importancia del yodo en la alimentación está fuera de discusión, pero es un tema que conviene explorar  para informarse sobre las bondades del yodo en el metabolismo y las consecuencias que podría acarrear para la población en riesgo.

Por lo pronto, se entiende que el yodo es fundamental para el buen funcionamiento de las hormonas, y que su deficiencia durante el embarazo puede ser causa del retraso mental en los niños.

La falta de yodo en las hormonas tiroideas es conocida como hipotiroidismo. Si esta deficiencia se mantiene los efectos secundarios pueden ser más o menos graves, como por ejemplo, piel seca, pérdida del cabello, fatiga extrema y reflejos lentos. 

El bocio también aumenta la posibilidad de padecer cáncer de tiroides.

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En el embarazo
Todo el mundo necesita ingerir alimentos con yodo, pero las embarazadas son un grupo de riesgo especial  ya que los fetos y los niños en desarrollo necesitan de este nutriente.

De hecho, una de las principales causas de retraso mental o deficiencias de aprendizaje en los niños es la falta de yodo en la alimentación. Por lo tanto, todas las mujeres embarazadas deberían de consultar con sus médicos sobre la necesidad de tomar yodo para asegurar el desarrollo normal de sus bebés. 

El médico sabrá informarle a las embarazadas sobre las dosis y los alimentos más convenientes  para evitar la deficiencia de este nutriente.

Más estudios
Un estudio del Instituto Noruego de Salud Pública recolectó información sobre el yodo de un grupo de personas de diferentes edades y géneros, incluidas mujeres embarazadas y grupos de vegetarianos y veganos.

Los investigadores encontraron que el grupo de veganos tenía una probabilidad particularmente baja de tener una ingesta de yodo suficiente. La profesora Rayman también encontró casos de bocio inusualmente elevados en mujeres que siguen la dieta vegana. (Con información de BBCSalud)

¿Cuánto yodo deberíamos consumir?
-Según los estudios realizados al respecto, los requerimientos de este nutriente son de 100 a 150 microgramos por persona por día. Más allá de eso, los niveles de yodo en los alimentos varían, así que es difícil calcular cuánto se debe ingerir para alcanzar un nivel óptimo, ya que eso cambia según la edad, el embarazo y la lactancia. 
-Una forma de resolver el problema consiste en agregar yoduro de sodio a la sal de cocina.
-Según un estudio realizado en Argentina, la cantidad promedio de yodo añadido a la sal debería estar en el rango de 20 a 40 ppm (20 a 40 miligramos de yodo por kilogramo de sal), para los distintos grupos de población.
-En última instancia, la mejor forma de mantenerse saludable, es llevar una alimentación variada.